Intentó dormir un poco más, pero no pudo, se despertó cuando su movil comenzó a sonar. Lo había dejado sobre la pequeña mesilla y al estirar el brazo para cogerlo, lo vió, Elisa, era Elisa otra vez. Lo tiró sobre la cama angustiada, mientras gritaba: "¿Pero es que nunca me vas a dejar en paz?
Cuando dejó de sonar, cogió su movil y le mandó un mensaje de texto, diciéndole:
"Elisa, dejame en paz, no me llames, no me busques, estare bien, te lo prometo, pero no me llames ni me busques nunca más, por favor"
Las lagrimas resbalaban por sus mejillas mientras lo escribía, verdaderamente, Elisa, no tenía la culpa, solo se preocupaba por ella y por encima de todo, intentaba cumplir su promesa, pero ya no había tiempo para promesas, igual que tampoco lo hubo para despedidas, ya no había forma de volver atrás.
Kate necesitaba empezar de nuevo, y había decidido hacerlo allí, en Memphis, lejos de Elisa, lejos de todos, lejos de Thomas...
Se dió una ducha y al salir, su movil sonó de nuevo, se acercó hasta él, con rabia, si era Elisa de nuevo, lo pensaba estampar contra la pared, pero no era Elisa, era Thomas, y a el si que no podía cogerselo, por nada del mundo, no volvería a hablar con Thomas, el nunca sabría donde se encontraba...
Se vistió, salió a la calle y tiró el movil en la primera papelera que se encontró, buscó en su bolso la guía sobre la ciudad que le había dado la recepcionista y corrió hasta la parada de metro mas cercana, después de unas preguntas, averiguó cual iba hacia el centro, y en ese se subió.
Ya en el centro, se compró un nuevo movil, ya no habrían mas llamadas de nadie de su pasado, y con él, llamó a la persona que le había prometido un trabajo, la persona a la que le debía su ansiada libertad, Peter Craig: su abogado, su amigo, y su agente de la libertad condicional...
Cuando dejó de sonar, cogió su movil y le mandó un mensaje de texto, diciéndole:
"Elisa, dejame en paz, no me llames, no me busques, estare bien, te lo prometo, pero no me llames ni me busques nunca más, por favor"
Las lagrimas resbalaban por sus mejillas mientras lo escribía, verdaderamente, Elisa, no tenía la culpa, solo se preocupaba por ella y por encima de todo, intentaba cumplir su promesa, pero ya no había tiempo para promesas, igual que tampoco lo hubo para despedidas, ya no había forma de volver atrás.
Kate necesitaba empezar de nuevo, y había decidido hacerlo allí, en Memphis, lejos de Elisa, lejos de todos, lejos de Thomas...
Se dió una ducha y al salir, su movil sonó de nuevo, se acercó hasta él, con rabia, si era Elisa de nuevo, lo pensaba estampar contra la pared, pero no era Elisa, era Thomas, y a el si que no podía cogerselo, por nada del mundo, no volvería a hablar con Thomas, el nunca sabría donde se encontraba...
Se vistió, salió a la calle y tiró el movil en la primera papelera que se encontró, buscó en su bolso la guía sobre la ciudad que le había dado la recepcionista y corrió hasta la parada de metro mas cercana, después de unas preguntas, averiguó cual iba hacia el centro, y en ese se subió.
Ya en el centro, se compró un nuevo movil, ya no habrían mas llamadas de nadie de su pasado, y con él, llamó a la persona que le había prometido un trabajo, la persona a la que le debía su ansiada libertad, Peter Craig: su abogado, su amigo, y su agente de la libertad condicional...
Continuará...