Había una vez una joven, hija de dos ancianos carboneros que vivía cercana a un espeso bosque. Solía la muchacha pasear sola por los penumbrosos caminos que se abrían entre los árboles; una tarde tropezó con algo al pie de un roble, cavó en la tierra y encontró una pequeña caja cerrada, era de madera, con numerosos dibujos tallados, la caja no presentaba nombre alguno, y ella tan maravillada quedó por su diseño y estructura que decidió quedarsela.
De camino a casa, pensó que tal vez dentro hubiese algo, no pesaba mucho, es cierto, pero ¿ Para que guardar una caja vacia? cuando llegó, bajó a su lugar preferido de la casa, el desván, sus ancianos padres dormían y ella en esas horas solía bajar allí a hojear los cientos de libros que su padre guardaba en un estanteria, le gustaba perderse en esas aventuras prohibidas, lo de prohibidas lo decía por su padre, el cual un dia la observó mientras los leia y le explicó que nunca debería decirle a nadie que los tenía, porque esos libros escondían historias que a determinadas personas no le gustaba escuchar y que era mejor guardarlos, ella nunca lo entendió pero le hizo caso, al fin y al cabo, no quería compartir esos libros con nadie.
Pero ese día, dejo de lado sus libros y sentandose en un rincon sostuvo la caja entre sus manos, dudando mucho en si debia abrirla o no, pero finalmente la curiosidad pudo con ella... no le costó mucho, a fin de cuentas no tenía ni un candado.
Al abrirla se encontró con unas veinte cartas, ahora si que no entendia nada, ¿Para que guardar en mitad de un bosque una caja con cartas? Todas estaban en sobre, pero abiertas, todas eran de un hombre, un tal Pedro, todas menos dos, la penultima estaba escrita a nombre de un tal Juan, y la última era de una mujer, Alicia, ponia en el reverso, al principio le pareció mal lo que estaba a punto de hacer, pero no pudo resistirse...
En la primera carta de Pedro, éste le recordaba a la chica-Alicia- como se habían conocido; tardó poco en descubrir que la tal Alicia era su novia, durante la primera parte de la carta, todo era normal, bueno... enormemente romantica, pero normal, pero a medida que avanzaba se dió cuenta de la situación, Pedro le hablaba de cuanto la echaba de menos, le decía que la vida en la guerra era dura, pero que cada día se levantaba con la sensación de que ya quedaba menos para vencer a los fascistas y lo que era aun mejor, tambien quedaba menos para verla. Miro la fecha de la carta y había sido escrita el 20 de enero de 1937, en plena guerra civil...
Leyó todas y cada una de las cartas de Pedro, así pudo enterarse que Alicia se había quedado embarazada poco antes de que comenzara la guerra civil, estando el en la guerra había dado a luz, una niña, le puso por nombre María, Pedro añoraba a Alicia y a María cada dia, cada hora, no había momento que no dejase de imaginar como era su pequeña María...que ojitos tendría, y sufria al pensar que se estaba perdiendo los mejores años del crecimiento de su hija.
Carta tras carta, conocia algun nuevo dato de sus vidas que la atrapaba, ya no podía parar de leer, así descubrió que Alicia también era Republicana, y que al parecer Pedro tenia el presentimiento de que pronto acabaría...
Las cartas de Pedro se acabaron, la última la escribió en 1939, esta vez muy corta, apenas para decirles a las dos lo mucho que las quería, y les repetía una y otra vez que no lo olvidaran nunca...
Se decidó entonces por abrir la carta de Juan, éste la habia escrito en 1940, en ella le decía a Alicia, que la guerra había terminado, que el había combatido con Pedro, y que como se habría dado cuenta al final el General Francisco Franco había dado un golpe de estado instaurando una dictadura en España, en una España que había sido libre, le decía sintiendolo mucho que Pedro había muerto en uno de sus ultimos combates, recibió dos balazos y yo no pude hacer nada, sus ultimas palabras fueron..."escribele a Alicia, dile que la quiero, a ella y a nuestra hija..." no me queda más que decirte que lleves cuidado, que la España actual ya no es lo que era, yo ahora mismo estoy en Francia, he huido de mi propio país por temor a que me maten.
Esto ya era demasiado para ella, Pedro había muerto sin reencontrarse con Alicia y sin conocer a su hija, y ella...¿Que habría sido de ella? solo le quedaba por leer la última carta de Alicia, asique sacando fuerzas de flaqueza comenzó a leer...
Por lo que parecía esa carta era para Juan, pero no entendía porque no llegó a mandarla, le decía que en el pueblo, ya habían muerto tres compatriotas de ella y de Pedro, junto con mas gente que ella conocía, o de los que oía hablar...todos republicanos, comunistas, escritores... le explicaba que había decidido huir, que no quería quedarse alli a esperar a la muerte, y que tampoco podía fingir lo que no era, le decia que iria a Francia también, pero que no podía llevar a María consigo, huir del pais ya era lo bastante peligroso como para encima viajar con una niña, si tenia que poner alguna vida en peligro que fuese la suya, pero no la de su hija...
Las últimas palabras de la carta decian así:..."Le voy a entregar la niña a un matrimonio muy amable de este pueblo, son carboneros, no le va a faltar de nada..."
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