-No tengo nada que hacer verdad...
-No, lo siento.
-He sido un estupido, aun le quieres.
-Si, siento haberte confundido, pero, le quiero, y creo que siempre lo haré.
-¿Por qué? No lo puedo entender, podrías entregarle tu amor a quien quisieras, y se lo das a él, ¡A ÉL! que no se merece ni tu saludo... no lo entiendo.
-Yo tampoco, pero es que no hay que entenderlo, solo sentirlo...
1 comentario:
me encanta el texto! y tiene mucha razón, el corazón es un mundo aparte!
un beso¡ :)
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