Caminaba sola, arrastrando los pies, con la ropa rasgada y sucia,con unos manchurrones oscuros de rímel ensuciando sus mejillas y lavándolas al mismo tiempo con nuevas lágrimas.
Iba por el borde del arcén, no parece saber a donde ir, camina con paso irregular y en ocasiones invadiendo la carretera, tambaleándose a cada paso y a punto de caer en cada traspiés, los coches reventaban el claxon mientras la esquivaban dando volantazos, pero no creo que los oyera, no parecía darse cuenta de nada, ni del frío, ni del ruido, ni del salazón de sus lágrimas, ni de la vida, ni de la muerte...Cuando cayó a la carretera, desplomándose y tardó unos minutos en incorporarse, creí que la arrollarían, parecía que había pasado una eternidad cuando se levantó.
A lo lejos, a unos kilómetros, sus verdugos dormitan sobre un sucio colchón, sobre él aún hay rastros de su crimen, sangre, sudor, lágrimas, nada más, no hay manera de que sus plumas hayan guardado sus gritos, su desesperación, su pena, no hay registro de estos restos, nadie será capaz de verlos a simple vista, hay que saber observar, saber buscarlos.
Sus ronquidos rompen el silencio, ni siquiera se oye aullar al viento, parece haber sido espantado con tanto odio, ellos...parecen tranquilos,sus semblantes están tranquilos y sus pechos parecen elevarse y disminuir al mismo compás,a un compás lento y tranquilo, me pregunto con que sueñan, ¿La recordarán? ¿Les comerá por dentro su crimen? O tal vez, su tranquilo dormir presagia la peor de mis opciones...la que no me atrevo a formular.
Ella sigue llorando mientras se tambalea al caminar, ahora ya se porque no parece saber a donde va, no tiene prisa por llegar, no sabe a donde ir, solo quiere seguir caminando, seguir alejandose...
3 comentarios:
Me ha gustado. Es muy duro, pero se capta completamente. ¡Sigue escribiendo!
gracias! :) Lo he tenia un poco abandonado, peor últimamente, ha vuelto mi musa :)
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